lunes, 28 de abril de 2014

Salon du Chocolat




Entre los días 4 y 6 de Abril se celebró en Zürich "El Salón del Chocolate", fuimos con un compañero de trabajo de Jandro y su novia (suiza). La entrada no fue precisamente barata, pero ya a estas alturas debería saber que aquí no hay nada barato. 



Una delicia ver infinidad de esculturas hechas con chocolate.




Aunque lo realmente delicioso fue probar multitud de clases de chocolate. En este aspecto tuvimos la suerte de ir con alguien que hablaba alemán, porque aunque sí había puestos en los que te ofrecían sin más probar sus productos, en muchos otros te contaban las mil y una ventajas y características e ingredientes antes de dejarte degustarlo. Que no es qué no nos interesara, pero nuestro vocabulario básico no nos permite grandes chácharas. 







Estaba próxima la Pascua y se notaba







Me quedé con las ganas de que este "pollito" se viniera conmigo a casa, pero creo que luego me hubiera dado pena comérmelo.




En algunos stand realizaban en el momento bombones o pequeñas creaciones de chocolate. Nosotros compramos unas trufas de champán, después de ver (y probarlas) como las hacían en directo. También hubo talleres y charlas, pero nuestra falta de conocimiento del alemán (aún) no nos permitió enterarnos de nada, lo dejaremos para otro año. Y el momento álgido es un desfile de ropa hecha con chocolate; que no se vosotros, pero yo con un traje así acabaría desnuda en la calle y con un empacho de chocolate.


Antes del desfile los trajes estaban expuestos. En el desfile hubo tanta gente que fue imposible ver nada.






jueves, 3 de abril de 2014

Bernina Express


Hace tiempo que tenía pendiente escribir esta entrada; solo decir que ahora en Suiza hace sol y disfrutamos de un tiempo primaveral desde hace ya semanas, y el ver y editar las fotos me ha dado hasta frío.

Suiza posee una de las redes más densas de vías ferroviarias ¿del mundo?... no se, me lo estoy inventando, pero lo que si es verdad es que en este país llegas a todos los lados en tren, ya sea de manera directa o haciendo transbordos, pero con una frecuencia y puntualidad que sorprende muy gratamente. Baratos no son, pero hay que partir de que en este país no hay nada barato (aunque si viajas mucho existen distintas opciones de descuento). Estos suizos, como buen país muy desarrollado y poseedores de un gran sentido común, aprovechan al máximo su sistema ferroviario y "obligan" a transportar toda la mercancía en tren, con lo que encontrar camiones en la carretera es bastante anecdótico (vamos, igualito que la carretera de Valencia).

Tienes por un lado muchos trenes, que llegan hasta pueblecitos de los Alpes remotos, y tienes paisajes bonitos, ¿qué haces? ... tener trenes panorámicos. Trenes, cuya finalidad más que transporte hasta un lugar, sirven para disfrutar del viaje (de hecho los mismo recorridos los hacen otros trenes de manera más económica). Así que decidimos tomar uno de ellos: el Bernina Express, y la experiencia fue muy gratificante.

Bien valió el madrugón para estar en Chur (1 hora de viaje desde Zürich) para coger el tren que nos llevaría hasta Tirano (Italia) cruzando los Alpes (4 horas) y vuelta. Al principio pensé, sinceramente, que iba a acabar saturada de tanto tren, pero una vez puestos en marcha el viaje se me hizo corto, con tanto con lo que poder disfrutar.






La nieve en el tren ya nos hacía presagiar que íbamos a ver muuucha nieve.
El interior del tren y las ventanas adaptadas para poder disfrutar al máximo del paisaje; y más en nuestro caso que fuimos solos en el vagón.
Guías del viaje, aunque una locución tanto en alemán como en inglés iba anunciando cada punto de interés e informaciones adicionales.
Pueblecitos de montaña, casas aisladas, un glaciar, varios lagos y unas vías declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es lo que te acompañan durante todo el viaje, porque en nuestro vagón no iba nadie más. Era temporada baja, un pelín más barato y todo el paisaje muy nevado, que a veces dificultaba diferenciar el suelo del cielo de tanta claridad. 












Durante el viaje se realizan dos paradas, una en Alp Grüm, un lugar solo accesible con el tren desde donde se ve el glaciar y el lago Palü y el valle de Poschiavo. Esta parada duró unos 20 minutos.








Cosas curiosas de este tren:

  • Sube hasta una altitud de 2253 metros, y es el tren que más alto llega de Suiza, cruzando los Alpes.
  • Es uno de los trenes que más pendiente sube sin necesidad de un mecanismo de cremallera.
  • Pasa por varios viaductos, vamos como muchos otros trenes, pero con la peculiaridad de que según acaba el viaducto comienza un túnel excavado en la propia montaña. El tren parece que se va a estrellar contra una pared. El tren, en este momento, frena su marcha para poder verlo bien.



  • Inicia el viaje en Chur, Suiza y atraviesa los Grisones, para acabar su recorrido en Italia: en Tirano. Una parada de media hora y vuelta hacia Chur (lo justo para comprar un bocadillo en la estación)
  • Es, creo, el único tren que hace un giro de 360º en un espacio muy limitado, para poder salvar el desnivel que existe: es el viaducto circular de Brusio.


  • Durante el recorrido pasa un carrito de venta de bebidas con la peculiaridad de que el vendedor va vestido con el traje típico de los Grisones y el carrito tiene una cabeza de cabra de peluche. Peculiar lo de la cabeza de cabra, ¿no? decidmelo a mi que me la encontré de bruces al salir del baño y casi me da un microinfarto.


  • Un tren quitanieves, preparadísimos para el mal tiempo.



La otra parada que realizamos fue de unos 5 minutos y se realiza por cuestiones técnicas, ya que en varios tramos del recorrido la vía es única para ambos sentidos y hay que esperar a que otros trenes pasen. Lo bueno de esta parada es que pudimos apañar la bebida tan horrorosa que nos vendieron: Cola Sweeppes, ya de por si con sabor a flash de coca cola, encima sin hielo y a temperatura ambiente. Vamos un crimen en toda regla... pero en esta vida, menos la muerte, todo tiene solución:




Es un viaje que recomiendo hacer, aunque el bolsillo se quede algo perjudicado. Nosotros tenemos pendiente repetirlo alguna vez en verano o primavera ya que el paisaje tiene que cambiar radicalmente, además existe, en estas épocas del año, una opción para ir en bus desde Tirano a Lugano.

Os dejo un vídeo con tramos del viaje (mi primera experiencia con el  vídeo así que perdonar la calidad, tanto de grabación como de edición)


Esta y la primera nevada que cayó en Zürich (que tiene su correspondiente entrada) es la única nieve que hemos visto este invierno en este país. Hemos tenido que cruzar el charco, e ir a Nueva York para tener temperaturas bajo cero y nieves en las calles.