jueves, 29 de mayo de 2014

Comprando flores en Rheinfall.


El fin de semana pasado, aprovechando que estaban en Zürich mis padres nos acercamos al mayor salto de agua de Europa central: las cataratas del Rin. Os podría poner mil datos, pero para eso ya está la Wikipedia

Es la cuarta vez que vamos, porque es visita obligada cada vez que alguien viene. La primera vez que fui  fueron una gran decepción. Las cataratas más grandes de Europa, a mi cabeza vinieron las imágenes de las cataratas del Niagara y las Victoria.... y claro estas no son ni comparables. Pero una vez quitado los prejuicios, las he podido apreciar mejor.








Cerca del parking de las cataratas vimos una venta muy particular de flores. Yo había leído sobre ellas pero aún no había visto ninguna: Un autoservicio de flores


Flores, córtelas usted mismo.

Esta venta estaba dentro de una granja, un terreno cerca de la carretera o del camino dedicado a diferentes plantas, un poyete, unos cuchillos, unas tijeras y una caja donde depositar el dinero de la compra y.. ya esta!!! Nada más. Ni vendedor ni nadie que las vigile. 





Aprovechamos para comprar algunas: unas peonías (una rama con tres peonías) por 2 francos y unas que nunca había visto por 50 rappen la rama. No quisimos coger más porque en casa teníamos otras y la verdad es que solo las compramos por probar. Casi una semana después así están: 



¡Viva la confianza de los suizos! Es una cualidad de este país que me gusta. Entro en las tiendas y no tengo la sensación de que me miran constantemente a ver si robo o me llevo algo. En el super puedes entrar con cosas de otros supermercados y nadie dice nada, porque confían en el civismo de la gente. En los grandes almacenes tipo el Corte Inglés tienen todo a tu alcance.¿Que quieres un anillo? pues tu mismo lo coges te lo pruebas, ¿qué el anillo que has cogido vale mas de 400 francos? la dependienta no está detrás tuya mientras intentas esconder la cara de susto por el precio, es más en ocasiones hasta se dan la vuelta. ¡¡Confianza en el civismo!!!

Y de vuelta a casa, Jandro nos preparó un plato típico de estos lares:


Antes, cuando teníamos invitados siempre íbamos a tomarla fuera de casa a Fribourger Fonduestübli  una restaurante muy recomendable. Pero decidimos hacernos con un aparato y lanzarnos con la receta. Yo pensaba que sería poner queso a derretir y nada más (mis experiencias previas en Madrid consistieron en abrir el paquete de preparado en la casa de algún amigo, que tiempos aquellos), pero resulta que no, que la receta es un poco más complicada, pero ahí el especialista es Jandro, así que no puedo aportar mucho más que cortar el pan.

Las fotos de hoy del blog son cortesía del Señor Zurdo, vamos de mi padre.

domingo, 11 de mayo de 2014

Moverse en bici por Zürich.


Ich fahre mit dem velo in Zürich.

El título del post, hoy por hoy para mi, es una utopía, por aquello de que he aprendido a montar en bicicleta hace dos días (bueno, vale... reaprendí el verano pasado) pero es algo que me gustaría poder llegar a hacer. 

Zürich está bien "adaptada" para circular en bicicleta (si obviamos el hecho de que esta ciudad es un valle con una colina muy empinada a cada lado). Las distancias no son excesivamente grandes y existe una buena dotación para aparcar bicicletas e inflar las ruedas. No es Holanda, pero si existe muchísima más costumbre que en España. No solo en verano (que el número aumenta notablemente) sino también en inverno. Puedes ver familias enteras moviéndose por la ciudad en bicicleta. 

Existe una asociación ProVelo Switzerland que organiza mercadillos de segunda mano y de ocasión en diversas ciudades; así como actividades y cursos para manejar la bicicleta por la ciudad. Jandro se compró la suya hace ya tiempo y visto lo contento que está con ella, decidimos comprar otra para mi.

Mercado Pro Velo Zürich en Helvetiaplatz.


Hay que madrugar, porque a medida que va llegando la gente vas viendo como las mejores bicicletas vuelan. El vendedor (normalmente son tiendas o gente especializada) pone un precio al que hay que sumar la comisión que se lleva Provelo. Hay una gran variedad de bicicletas: montainbike, de carreras, eléctricas, tuneadas, algunas viejunas.... pero solo fuimos mirando las de paseo. No es que necesitara yo grandes cuestiones técnicas en mi bici. Los precios oscilaban mucho: desde 100 francos las que se caían a pedazos hasta casi mil de algunas de carreras con mil florituras.

Al final compramos una bicicleta nueva de paseo, sin grandes artificios.. pero al menos bonita. Y esto quedó confirmado porque todo el mundo nos miraba con ella y unas chavalas en perfecto español dijeron: "a ver si la chica esta la deja y nos la llevamos "... y ya sabemos como funciona eso, en cuanto alguien más la desea, te aferras a ella.

El mercadillo esta muy bien, te dejan sacarla del recinto para probarla. Solo tienes que dejar tu identificación y a correr.


Así que esta preciosidad ya está en casa. Hoy domingo la hemos ido a probar por aquí cerca. Mi entrenamiento para aprender a montar va viento en popa: hoy tocó giros con más precisión... no necesitar medio estadio de fútbol para un giro ridículo; ahora ya solo queda atreverme a bajar cuestas, que en esta ciudad es muy importante y salir de la acera a la calzada... vamos, casi nada jajaja.

Solo le falta un cesto ;) 


No soy alta, pero tampoco soy bajita y sin embargo.... me siento una hobbit.